Autor: Martha Cristina Gómez Chávez

Lecciones que la pandemia nos está dejando hay muchas… Para mi, lo que la pandemia nos enseña es que hay un solo Dios Padre Todopoderoso Creador del Cielo y de la Tierra, de todo lo visible y lo invisible, que está presente en todo momento y en todo lugar y circunstancia que vivamos. En este caso, en el que estamos padeciendo de manera diferente, que no entendemos, que no sabemos cómo afrontarlo, porque es nuevo… algo que no conocíamos, pero que después de casi 5 meses de estar guardando la sana distancia, quién diría que los seres humanos éramos los que íbamos a estar encerrados en nuestras casa puesto que éramos los que contagiábamos.

 Que no hay vacuna contra el Covid, aún, pero, algo se nos está olvidando… en medio de nuestra tribulación, se encuentra Nuestro Señor y está esperando que volvamos nuestros ojos suplicantes a Él, para que le pidamos ayuda. ¿Acaso nos ha dejado sin comer? ¿Acaso nos ha dejado sin un techo? ¿Quién me podrá apartar del Amor de Dios? ¿El hambre, la desnudez, la persecución? En todo eso vencemos porque Dios está con nosotros.

Clamemos a Él, Su Amor nos espera, pidámosle ayuda, no solo en las malas, sino también en las buenas. Démosle las gracias por un nuevo día que empieza, pidamos por aquellas personas que les falta fe porque no tienen una parroquia cerca, porque no tienen quién les platique de Jesús y de María. Llevémosles a Jesús, para que sepan que noe están solos… porque también en nuestras familias, a pesar de estar encerrados, no sabemos convivir, pasamos tanto tiempo afuera y de repente, nos encontramos todos reunidos, casa llena, o mejor dicho, casa rellena.

Madre mía ayúdanos, saquémosle provecho a esta situación, bendita familia, aprendamos a dar gracias por lo que tenemos, hijos, familias, padres, cuántas familias incompletas y nosotros, quejándonos de todo.

Señor, en medio de esta pandemia, ven, quédate conmigo, quédate en mi casa, te necesito en mi familia, Tú Eres Nuestro Señor, ven a reinar en nuestros corazones, tenemos sed de Ti, Madre mía, María, la Llena de Gracia, acomoda nuestro vestido y haznos dóciles para estar presentables ante Tu Hijo Jesucristo cuando nos mande llamar. Amén.

Martha Cristina Gómez Chávez

19 de Agosto del 2020